Jólabókaflóð mexicano en 2022 (II)

EN VERDAD NO QUERÍAMOS HACER UN TOP DE LIBROS, PERO…

Hace un par de semanas acudimos a la Piñata Independiente, suscinta feria del libro que reunió alrededor de treinta sellos editoriales mexicanos. El evento demostró que hay interés de sobra por la labor y el catálogo de las editoriales independientes y que no estaría nada mal pensar en ampliarlo en tiempo y espacio. Otro encuentro que merece plena atención es Hojas de Cedro, que también hace un par de semanas concentró a otros hacedores de libros, fanzines y prints. Si bien es imposible que alberguen a todas las editoriales independientes, ambas reuniones suplieron con creces la ausencia de la Feria de Editoriales Independientes del Fondo de Cultura Económica, de la Muestra Editorial Alternativa de Librerías El Sótano y de la iniciativa El Pasillo de las Independientes en varias librerías de barrio.

En estos días -y a lo largo del año- hemos atestiguado las novedades de estos sellos y, en el espíritu del ya mencionado Jólabókaflóð, mencionamos aquellas que consideramos las más notables de este 2022. Los consignamos en estricto orden alfabético -porque algún orden habría que darle a este listado de fin de año que no es un listado de fin de año-:

Alacraña publicó los esperados ensayos autoreferenciales de César Tejeda, La compulsión autobiográfica, en coedición con Bookmate. Para celebrar los primeros 100 años del modernismo brasileño, Alias Editorial lanzó un paquete con las tres obras fundacionales del movimiento, bajo el título Resaca tropical, con traducción de Rafael Toriz. Analfabeta editó las viñetas autobiográficas del regiomontano Luis Panini, Los pánicos principales. Antílope presentó, en coedición con Surplus, Ciudadana. Una lírica americana de la poeta y ensayista jamaicana Claudia Rankine. En estos días caímos en cuenta que dos editoriales comparten nombre: Aquelarre de Tinta, que fiel a su espíritu LGBTQ+ acaba de lanzar el Poemario azul de la artista Cicatrices de Oro, mientras que Aquelarre Ediciones, fiel a su espíritu de traducción literaria presentó Resérvame el vals, única novela de Zelda Fitzgerald, traducida por la escritora chilena María Mozzochi.

Cantamares, también en defensa de la traducción literaria, sacó A punta de retratos del francés Yves Pagès. Casa Futura puso en la mesa los cuentos de Un pájaro en el ojo de Xóchitl Lagunes. En un muy prolífico fin de año, Dharma Books echó la casa con la ventana con las novelas La débil mental de la argentina Ariana Harwicz, La ciudad invencible de la uruguaya Fernanda Trías y Kramp de la chilena María José Ferrada, el memoir No hay nadie en casa de Isabel Díaz Alanís y la antología poética de Wallace Stevens a cargo de Hernán Bravo Varela La pequeña ignorancia. Ediciones Periféricas presumió 22 títulos publicados en 2022: destacamos la novela La gran broma de Babel de Daniel Escoto y las crónicas de Deshuesadero de Pepe Rojo. Elefanta volvió a aliarse con el Laboratorio Traduxit, ahora para los cuentos del cineasta Paolo Sorrentino, Tony Pagoda y sus amigos. Una nueva edición de los ensayos de Arquitectura del fracaso de Georgina Cebey apareció en Festina, mientras que la antología de autoras Materna estuvo a cargo de Didí Gutiérrez en Fondo Blanco. Grano de Sal celebró su 5o. aniversario con, entre otros títulos, Cómo ganar el Premio Nobel de Peter Doherty y Saramagia. Testimonios y recuerdos sobre José Saramago en su paso por México. También la queretana Gris Tormenta tuvo un muy próspero año con Editar Guerra y Paz de Mario Muchnik y los ensayos de La lengua es un lugar.

La artista y activista Margaret Randall está muy presente gracias a sus textos Pensando pensamientos y Nunca me fui de casa editados por Heredad. Impronta cerró el año con una imponente edición del ensayo plagie copie manipule robe reescriba este libro de Valeria Mata. Juan de la Cosa, proyecto que recién tuvimos el gusto de conocer, tuvo como novedad la poesía de Tatiana Lipkes en A pesar de todo. En Los libros del perro figuran los cuentos de Narra la piedra de Luis Olaf del Lago, las crónicas de El santo del crack de Ricardo Guerra de la Peña y la poesía de Ingrid Bringas en La casa no existe, mientras Malabar anduvo muy activa con los poemas de Filos y Casa – Tirante de Román Villalobos. Más poesía gracias a Malpaís con Las cuerpas de Tania Jaramillo, Mantis con Naturaleza muerta con moscas. Medicinas para quebrantamientos del halcón del peruano Eduardo Chirinos, en coedición con la UACM, y a Mangos de Hacha con La casa devastada del chileno Carlos Cociña. El diario de viajes de Antonio Pigafetta, Relación del primer viaje alrededor del mundo (1519-1522) en traducción de Laura Origa fue la novedad de Minerva.

Los cuentos de La canción detrás de todas las cosas de Gabriela Damián Miravete en Odo Ediciones, la poesía de Bonzo de Luis Alberto Arellano y Princesas para armar de Anaclara Muro en Palíndroma, los poemas de La Bestia Ser de Susana Villalba en Tabaquería y la edición artesanal del ensayo Su cuerpo dejarán de Alejandra Eme Vázquez a cargo de Una Habitación para Nosotras, forman parte del panorama editorial independiente de un 2022 que constató que el trabajo de estas pequeñas y medianas casas es justo y necesario como justas y necesarias son las iniciativas, demandas y luchas del gremio por tener el sitio, los derechos y los beneficios que corresponden a su quehacer.

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